Allende los mares, llega a Mis Vidas de Papel información de la ópera prima de Maximiliano Acevedo, escritor novel argentino que se lanza al mundo de la fantasía con La Ciudad de los Ciervos, "un viaje a un nuevo mundo de dioses y civilizaciones atravesados por la tragedia".
El autor
Acevedo, autor novel oriundo de la provincia de Santa Fe, nos trae la primer entrega de la saga La Muerte de los Astros que puede conseguirse tanto en formato eBook como impreso en todas las plataformas de Amazon.
Además de dedicarse a la escritura, Acevedo es Licenciado en Psicología especializado en psicoanálisis, y músico dedicado a la docencia y la composición de trabajos propios. Dichos oficios han nutrido e inspirado las historias que, entrelazadas entre si, construyen el mundo que el autor nos muestra poco a poco, con un estilo que linda con la prosa poética e invita al lector a adentrarse a una trama que parece no dejar de expandirse página a página.
La novela
La Ciudad de los Ciervos es una novela corta que narra el nacimiento y vicisitudes de la ciudad creada por Agnus, uno de los cinco dioses que constituyen la piedra angular de una basta mitología elaborada por el autor. La religión y la política, tanto como el amor y la traición atraviesan la vida de los Ciervos, habitantes de la ciudad, que deben lidiar con los caprichos tanto de su dios como del destino.
Como si de un rompecabezas se tratara, Maximiliano Acevedo nos muestra una pizca de su fatídico universo fantástico donde las historias irán encajando unas en otras, pasando por diferentes acontecimientos y épocas que encierran siempre un misterio más grande.
Después de vagar solitario y aturdido por el mundo, Agnus, uno de los cinco dioses de la creación, encuentra el valle escondido donde habitan las criaturas que lo conmoverán profundamente: los ciervos. Su amor lo lleva a maldecirlos con el don de la palabra y a erigir para ellos una ciudad hermosa e imperecedera… pero lo eterno puede llevar al olvido y la belleza invocar a la muerte.
Fragmento del texto:
Solo rumores se conocieron de lo que sucedió aquella tarde en la sala del trono, el viento soplaba húmedo y frío después de una tormenta de dos días que cayó nuevamente luego de que la voz de Agnus la ahuyentara. El sueño de las aves que poblaban las plazas seguía siendo robar la vida del lodo y llevarla a sus nidos, el olor de la lluvia lo impregnaba todo y las últimas hojas del otoño volaban erráticamente y morían en el suelo.
Desde aquí le deseamos toda la suerte del mundo en esta nueva andadura. Quien lo desee, puede encontrar su obra en Amazon.
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