Una historia de fantasía, magia, aventura y amor, en un pequeño planeta
donde se asentó un grupo de humanos llevados por los Nashira para salvarles,
como a otras especies, del agujero negro que lo devoraba todo. Pero los tres
tripulantes que los llevaron aprovecharon sus debilidades y falsas creencias en
su propio beneficio. Consiguieron que los vieran como dioses, a veces como
demonios, otras como ángeles, hadas y hasta seres del inframundo y siempre con
el mayor desprecio por la especie humana.
Yla-bá es una joven Shoali con unos dones de los que no es consciente. Su
Dios Dalem-Gun ha bendecido a su pueblo con prosperidad y falta de
enfermedades. A cambio, a las mujeres que como Yla llevan la marca de su marca,
no les está permitido abandonar el territorio. Pero Yla quiere volar, debe ir
en busca de su madre, raptada por el pueblo más beligerante que se conoce,
dominado por la Gran Soberana Negure. Antes de llegar a su destino descubrirá
parte de esos dones, contactará con seres a los que se siente unida y
comprenderá que su abuela Ellora, a la que todos consideran una Maga, tenía
razón al decirle que creyera en sus sueños. Pronto conocerá a Liaban, el joven
que en esos sueños ya le ha robado el corazón.
(Del diario de Baragom) “Fuimos para ellos el Dios que se imaginaron, o los dioses, según las necesidades, pero siempre éramos nosotros y nos gustó jugar a tener ese poder celestial. Era una sensación de dominio desconocida muy gratificante, tanto que preferimos seguir con ella en lugar de encauzar nuestras vidas como hubieran querido los seres de nuestro mundo, los Nashiras…”
La voz del Uziel que ella amaba la sacó de la pesadilla. Pero no quería verlo, no quería ver a nadie, así que bajó muy cerca de los acantilados y se escondió hasta casi el amanecer. Tembló como un animal herido y lloró todo lo que debería llorar en una vida entera. Maldijo a las lunas y a Dalem-Gun. Y ahí se acabó el mundo en el que había vivido feliz.
Yla fue la primera que corrió en ayuda de la mujer, allí estaba el cuerpo de la pequeña, frágil y prácticamente “vacío”, apenas se le escapaba un hilo de aliento.
Yla consiguió quitarle la niña a la madre. La recostó con delicadeza entre sus brazos y como si alguien le hubiera dicho lo que tenía que hacer, la apoyó contra ella y quedó en contacto con la semilla del colgante. Lo que ocurrió después llenaría de asombro a quienes lo vieron.
(Del diario de Baragom) Cuando la Gran Serpiente Alada engulló a aquellos Shahiattis tuve la impresión de que ofrecía cierta resistencia, como si prefiriera morir en ese momento antes que seguir encerrada en esa cueva, incluso estuvo a punto de salir por el acantilado, tuve que hacer un esfuerzo para imponer mi voluntad. No ha sido algo nuevo, ya hace años que noto que cada vez que le doy vida, cada vez que ocupo su cuerpo, al menos por un instante es consciente de su situación, de que está aquí presa de por vida. Si en algún momento despertara yo sería su primera víctima, pero eso no ocurrirá jamás, porque soy el único que puede despertarla. A veces creo que al igual que yo la poseo y noto su dolor, ella también posee mis recuerdos y pensamientos. Si fuera así sabría tanto de mí como yo mismo, pero no hay ningún peligro de que haga algo con esa información, seguirá siendo un pellejo seco pegado en una pared hasta que yo quiera”
La voz del Uziel que ella amaba la sacó de la pesadilla. Pero no quería verlo, no quería ver a nadie, así que bajó muy cerca de los acantilados y se escondió hasta casi el amanecer. Tembló como un animal herido y lloró todo lo que debería llorar en una vida entera. Maldijo a las lunas y a Dalem-Gun. Y ahí se acabó el mundo en el que había vivido feliz.
Yla fue la primera que corrió en ayuda de la mujer, allí estaba el cuerpo de la pequeña, frágil y prácticamente “vacío”, apenas se le escapaba un hilo de aliento.
Yla consiguió quitarle la niña a la madre. La recostó con delicadeza entre sus brazos y como si alguien le hubiera dicho lo que tenía que hacer, la apoyó contra ella y quedó en contacto con la semilla del colgante. Lo que ocurrió después llenaría de asombro a quienes lo vieron.
(Del diario de Baragom) Cuando la Gran Serpiente Alada engulló a aquellos Shahiattis tuve la impresión de que ofrecía cierta resistencia, como si prefiriera morir en ese momento antes que seguir encerrada en esa cueva, incluso estuvo a punto de salir por el acantilado, tuve que hacer un esfuerzo para imponer mi voluntad. No ha sido algo nuevo, ya hace años que noto que cada vez que le doy vida, cada vez que ocupo su cuerpo, al menos por un instante es consciente de su situación, de que está aquí presa de por vida. Si en algún momento despertara yo sería su primera víctima, pero eso no ocurrirá jamás, porque soy el único que puede despertarla. A veces creo que al igual que yo la poseo y noto su dolor, ella también posee mis recuerdos y pensamientos. Si fuera así sabría tanto de mí como yo mismo, pero no hay ningún peligro de que haga algo con esa información, seguirá siendo un pellejo seco pegado en una pared hasta que yo quiera”
La Autora
Nagala Yunciel es el seudónimo de la autora, periodista con predilección por el género de fantasía, ciencia ficción y novela negra. “Me gustan las historias que se salen de lo habitual, con un toque muy ligero de realidad, el suficiente para que al lector le quede la duda de una irrealidad posible o de una realidad imposible, en este o en otros mundos. Con esta idea nació Yla-bá”
Está autopublicada, al igual que otra novela corta “Un pedido arriesgado”, también con ese toque de posible irrealidad, una hipotética opción de escoger a la pareja perfecta por un catálogo personalizado, un riesgo del que no se es consciente al principio, ¿he escogido todo lo que quiero de la pareja?, sus defectos, virtudes, costumbres… ¿hasta dónde llegaría ese vínculo? ¿y si alguien está reciclando mentes?
No me imagino una vida sin contar historias, sin leerlas, no me imagino una vida sin imaginación, así que compagino lectura (son muchos los autores a los que admiro, ahora estoy con extraordinarios relatos de Anna Starobinets) con escribir, en la actualidad una nueva novela y siempre relatos, alguno publicado en el blog nagalayunciel.com
Desde aquí le deseamos toda la suerte del mundo en esta nueva aventura!!
Comprar YLA-BA
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